Hay un momento en la vida de toda persona en la que un sentimiento está por encima de todos los demás, ese sentimiento hace que la persona se sienta vacía, te hace pensar sobre el sentido de todo y el porqué de demasiadas cosas. Todas esas preguntas para las que es imposible encontrar respuesta solo hacen que te sientas aún más solo.
Hasta que te das cuenta de que no es así, de que no estás solo, que siempre hay gente a tu alrededor que te quiere y haría cualquier cosa por ayudarte. Ese es el momento en el que te das cuenta de que has madurado, que lo que antes importaba ya no lo hace, porque no estás solo.
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